Mantenibilidad: Proceso a desarrollarse a lo largo del ciclo de vida de los activos

Por: Daniel Ortiz Plata, A55K – CAMA – CMRP – PSCM, Mag. en Gerencia de Mantenimiento

Mantenibilidad: “Probabilidad de que una acción de mantenimiento sea realizada en el tiempo y las condiciones prestablecidas.” (ACIEM, Glosario Términos de mantenimiento, 2018),

o,

“Capacidad de un elemento, bajo unas condiciones de uso dadas, para mantenerse en, o ser devuelto a, un estado en el cual pueda desarrollar una función requerida, cuando el mantenimiento se ejecuta bajo condiciones determinadas y utilizando procedimientos y recursos preestablecidos.” (EN 13306, Terminología del mantenimiento, 2001)

¿Cuántas veces los responsables por el mantenimiento de los equipos se han enfrentado a situaciones donde, al comparar la realidad con estas definiciones, terminan calificando de “pobre” o “muy pobre” la mantenibilidad de los equipos operativos? No creo que sean pocas las veces, incluso, habría que sumarle a esta calificación que ella, la pobre mantenibilidad, viene acompañada de alta indisponibilidad y/o alto costo, lo cual conlleva a un resultado deficiente de los indicadores de mantenimiento y del negocio.

Casi todos los esfuerzos por mejorar la mantenibilidad se realizan en el proceso de mantenimiento, cuando estamos enfrentados al problema. Pero, ¿ tal mejora debería ser responsabilidad única del área de mantenimiento?. Tradicionalmente, la respuesta ha tenido un casi unánime “SI”. Sin embargo, varias prácticas están demostrando que “NO DEBE SER” esta la forma de trabajar, que existe y es viable (técnica y económicamente) una mejor manera de obtener los niveles de mantenibilidad requeridos por el negocio desde mucho antes de que sea mantenimiento quien tenga que actuar.

Al revisar la inclusión del concepto en los modernos modelos de gestión como la Gestión de Activos, el Análisis de Causa Raíz o el Análisis de Riesgos, nos encontramos con algunas alusiones, más no con una buena profundización. Por ejemplo, la BSI-PAS 55 hace solamente dos inclusiones de la palabra y siempre ligada al término confiabilidad; el IAM y el GFMAM ni siquiera lo presentan en sus documentos principales ni en los 39 tópicos. La ISO 55000 y la ISO 55001 incluyen la palabra solamente en el Anexo A. ¿Quiere decir esto que no es importante? Desde luego que no, SI ES IMPORTANTE, tal como lo indica la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC) en su norma 60300-3-10.

Varias de las mejores prácticas desarrolladas para obtener la mantenibilidad requerida por el negocio indican que:

  • Debe gestionarse o manejarse desde el mismo inicio del proyecto en el cual se han de adquirir los activos.
  • Debe ser un trabajo multifuncional y multidisciplinario.
  • Debe evaluarse y revisarse sistemáticamente a lo largo del ciclo de vida, no solo esperar al a fase o etapa de operación y mantenimiento.
  • Requiere un compromiso desde la alta gerencia, no solo unas palabras en documentos que casi nadie revisa. Por lo tanto, debe estar incorporado desde las estrategias del negocio hasta lo operativo.
  • Deben establecerse estándares donde se defina la mantenibilidad mínima requerida por los activos
  • Debe haber personal con asignación de responsabilidades claras y específicas, las cuales deben cumplirlas a lo largo del ciclo de vida del activo.